martes, 15 de junio de 2010

“ Una despedida es necesaria para volver a RE-encontrarse ”


Bueno pues, al parecer, esto se ha acabado señores... Todas las cosas tienen un principio y un fin, ¿no? Y aquí me encuentro ahora, despidiéndome de todos vosotros, de el blog, de esta asignatura y casi que de este tercer curso...Y no me gustan nada las despedidas pero si que es verdad que hacen falta para poner punto y final a algo que algún día comenzó. En mi lugar empezó tarde pero lo importante es que finalmente lo he hecho y que desde aquí he intentado hacerlo lo mejor posible evitando, al menos, hacer las cosas (además de tarde) "mal y pronto" como suele decirse... Aunque ya no sirve de nada me gustaría deciros que me arrepiento de no haber las cosas en su debido momento porque lo único que he conseguido con esto ha sido recibir un últimatum de Jose (el cual agradezco enormemente porque me temo que sino habría tardado mas aún en ponerme las pilas) y sentir los agobios típicos de última hora... Sinceramente no sé que me hace falta para cambiar en este sentido porque suele pasarme una y otra vez y en muchos momentos de mi vida.

Decir también que, a pesar de todo este rollo que me parece a mí que el que me conoce bien ya le suena de algo..., he "disfrutado" realizando este blog. No disfrutar en el sentido en el que solemos entenderlo, sino estando orgullosa de que cada cosa que escribía había supuesto un aprendizaje más en mi formación y que, a su vez, estaba suponiendo una cuestión más a reflexionar en mi día a día. En cierto sentido me ha hecho crecer y plantearme muchas cosas que hasta ahora pasaban desapercibidas por mi cabeza.

Por cierto, seguro que pensáis que soy muy "friki" con Mafalda pero es que no puedo evitar que me encante y, no podía elegir a otra que no fuese ella para cerrar este blog (del mismo modo que lo inauguraba aquel tan pasado enero). Gracias a todos los que hayáis leido algo de mí, espero que algunas de mis palabras os hayan podido servir de algo y por supuesto, si no es mucho pedir, que os haya gustado =).


¡Un saludo enorme a todos y mucha suerte!
Que ya queda poco...¡muy poco! :D
Ha sido un placer



* [ Vuestro honor no lo constituirá vuestro origen, sino vuestro ...FIN... ] *



Ruiz Sabariego, Ana Isabel.

lunes, 14 de junio de 2010

[ .·. O T R O S .·. ]

- PRINCIPIO y FINAL -

Aquel día en el que comenzaban las clases de este segundo cuatrimestre, como suele ocurrir tras volver a la rutina, aún seguían comentándose los resultados obtenidos durante la evaluación del primer cuatrimeste. Y, claro, cuando pasan este tipo de cosas y llegan a oídos del profesor (en este caso se entera Jose) pues lo lógico es que éste comente lo ocurrido para evitar especulaciones sobre sus criterios elegidos y, sobre todo, para evitar cualquier tipo de conflicto o malente
ndido de cara a evaluaciones superiores. Creo que tras el tiempo que de dedicó en aquel momento a definir y a aclarar los criterios de evaluación sobre el segundo cuatrimestre y, especialmente, sobre el blog tuvo que quedarnos claro el trabajo que deberíamos realizar para alcanzar nuestros objetivos de cara a superar esta asignatura.Me parece bastante acertado que se hagan estas cosas porque yo soy de las que piensa que hablando de entiende la gente y que evitar hablar sobre cualquier tergiversación terminan dando lugar a pequeños problemas. Por eso, tras haber tratado el tema en clase donde pudimos estar todos y, posteriormente, con las diapositivas sobre los criterios de evaluación que nos facilitó Jose, todos sabíamos (y sabemos) a lo que nos expodríamos este cuatrimestre. Por ejemplo, en mi caso concreto, yo sé y soy consciente de que, de entrada, ya he perdido la valoración de uno de los criterios que se valoran en la elboración del blog: la continuidad del trabajo. Pero también me quedo claro (o eso creo) que no son criterios eliminatorios, lo cual quiere decir que el hecho de que falte uno de ellos no es consecuencia de un suspenso. Está claro que cuantos más criterios tengas podrás obtener mayor calificación pero no hay que considerar a algunos más determinantes que otros.

Una vez aclaradas todas estas cuestiones, Jose procedía a exponer el tema que había preparado: Formación y empleo. Para ello utilizó una presentación que contenía una serie de puntos que, más tarde, crearían el debate. Las dos sesiones dedicadas a este contenido fueron, por lo general, bastante participativas donde todos tuvimos la oportunidad de dar nuestras opiniones y de escuchar la de los demás compañeros. En primer lugar se aludía a la PERSPECTIVA SOCIAL del empleo. Nunca me había planteado todas estas cuestiones tan seriamente: el trabajo es un entorno fundamental de socialización y participación en redes sociales, constituye una pieza clave de desarrollo de la personalidad así como un instrumento determinante de la promoción de la iniciativa personal y colectiva; además, del trabajo dependen muchas cosas. Y sí que es verdad, tu ocupación laboral determina tu estatuto profesional y tu renta, pero es que también es una pieza determinante de tu identidad personal y de las relaciones sociales. Claro, precisamente por esto último nos decantamos más por una formación que por otra, ¿no? Eso era lo que yo me planteaba.Desde el momento en el que elegimos ciertas ramas específicas de la educación para conseguir estudiar finalmente aquello que nos gusta, lo estamos haciendo desde nuestros propios intereses y preferencias, es decir, desde nuestra identidad personal. Una vez logrado ese trabajo, además de determinar esa identidad personal determina otras grandes partes de tus relaciones sociales y de lo que se convierte en tu entorno más cercano, con el que contactas día a día.En cuanto a la EVOLUCIÓN DEL ENTORNO SOCIOLABORAL también surgieron ideas que hasta ahora no se me habían ocurrido:
- La economía está basada en el conocimiento: nunca dejo de aprender y de reciclar conocimientos. Si esto no fuese así, si no pudiésemos llevar a cabo un aprendizaje continuo nos iríamos atrasando en la evolución de las competencias y las funciones de nuestra profesión de modo que , muy probablemente, tuviesen preferencia otros que no se hubiesen estancado. No sé si estoy en lo cierto pero considero muy importante la formación constante adaptada a las nuevas necesidades del empleo.
- Se da una polarización de los empleos seguros, valorados y en entornos estables de la economía vs. los empleos periféricos, precarios y subcontratados. Entre ellos hay mucha diferencia porque los primeros son muy flexibles, permiten formación y permanencia...y los segundos suelen llevar un titmo intenso, suele existir una desincronización del tiempo de trabajo, las tareas estan muy estandarizadas y no existe la oportunidad de formación y reciclaje. Además, los empleos seguros constituyen son tareas muy creativas y cualificadas a diferencia de los empleos periféricos donde no tiene cabida la creatividad y prima la baja cualificacion. Todo esto termina convirtiéndose en la "pescadilla que se muerde la cola", este hecho se transforma en un círculo vicioso del que es muy difícil salir, por no decir imposible y, más todavía si donde te encuentras es en la periferia y aspiras a conseguir un empleo seguro...Esta es, tristemente, la cruda realidad del mercado laboral en la actualidad.
- En relación a esto último, existe una polarización del acceso al conocimiento. Por un lado, el empleo precario no deja tiempo para el aprendizaje, la formación y la recualificación. De lo contrario, por otro lado, podemos encontrar los empleos basados en conocimientos poco distribuidos, promotores de inserción y carrera profesional de calidad con tiempos específicos. A diferencia de la precariedad de los primeros empleos sobre los que hablábamos que se basan en el conocimientoa ltamente distribuido, no vinculado a demandas reales de trabajo y que tienen un escaso impacto en la carrera profesional. Precisamente esta es una de las causas de la gran brecha digital que sufrimos actualmente en esta sociedad y, más aun, en nuestra Comunidad Autónoma y del círculo vicioso del que os hablaba en el punto anterior. Esta brecha se refiere a la separación que existe entre las personas (comunidades, estados, países…) que utilizan las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) como una parte rutinaria de su vida diaria de aquellas que no tienen acceso a las mismas y que aunque las tengan no saben como utilizarlas. ¿Por qué pasa esto generalmente en personas con empleos muy precarios? Pues por esa razón, porque las funciones que caracterizan a su empleo no se lo permiten y no puede dedicar su tiempo a recualificarse.

Existen además una serie de RIESGOS DE EXCLUSIÓN SOCIAL BASADOS EN EL TRABAJO, principalmente:

  • La selectividad exhaustiva del acceso al empleo como consecuencia de la competencia entre la economía basada en el empleo y la economía basada en el trabajo.
  • La información del mercado laboral suele ser dispersa, desestructurada y se transmite por redes de relación personal ("networking" o más comunmente conocido como "enchufe"). Esto es algo duro y triste pero también algo real, el hecho de conocer a alguna persona en una empresa o entidad en la que te gustaría trabajar o, simplemente, en una institución donde sabes que existen unas condiciones seguras de empleo facilita muchísimo todos estos trámites de acceso al puesto de trabajo. De hecho, desde mi punto de vista, teniendo eso no se necesita de ningún otro criterio de selección.


Siete días después, el día 9 de Marzo, nos
dispusimos a continuar y zanjar este tema. Continuamos por donde nos habíamos quedado la semana anterior. Ahora era el turno de definir las CAUSAS OBJETIVAS y LAS CAUSAS SUBJETIVAS. Considero que las primeras son las más comprensibles y las más razonables, simplemente porque reflejan la realidad: existe una segmentación del mercado; un desajuste de competencias profesionales, el empleo es cada vez más precario; estamos ante la aparición de nuevas profesiones y ocupaciones emergentes; los trabajos temporales se concentran alrededor de los jóvenes, mujeres y personas poco cualificadas y la probabilidad de acceder a empleos más seguros, mejor pagados y más autónomos aumenta con la educación formal. Pero también hay que tener en cuenta el otro lado, el de la subjetividad. Según ésta, los fundamentos de esta situación de la formación y el empleo son: la gran complejidad para gestionar la información; la capacidad de interpretación del mercado de trabajo; el hecho de que se tenga especial incidencia en colectivos excluidos del mercado; que la información para el usuario debe ser pertinente, actualizada, fiable, de fácil acceso y rápida; por último, no existe la selección de los puestos de trabajo por carrera profesional, sino que lo que hay es inclusión sucesiva y, por tanto, exclusión continuada por la desprofesionalización.
Dichos COLECTIVOS EXCLUIDOS que he nombrado con anterioridad hacen referencia a ciertos perfiles de orden biográfico, procesos vitales y trayectorias con características casi equivalentes (suelen ser
, por lo general, varios grupos de personas homogéneos): rupturas sociales o familiares y desencajes profesionales, etc. Además, los patrones comunes de este colectivo son las formas de su historia y no sus características socioprofesionales. En estas personas suele aparecer la incertidumbre relacionada con el desconcierto ante los itinerarios previstos por el trabajador, la vulnerabilidad puesto que la falta de información conlleva la toma de decisiones inadecuadas y una reversibilidad, unos itinerarios que vienen y que van (de "ida y vuelta") dependiendo de lo que queremos y de lo que nos hace falta (es decir, fluctuándo entre lo "deseado" y lo "necesitado"). De todos modos, no existe un colectivo en situación de exclusión ni exclusivo ni concreto.

Llegados al punto al que ya habíamos hecho referencia también al mercado laboral español (del cual casi que mejor no hablar puesto que los niveles de inserción laboral y de protección social son pésimos y el 23% del producto interior bruto, P.I.B, pertenece a la economía sumergida...vergonzosa nuestra situación actual) y a las distintas implicaciones tanto sociales como laborales es hora de atender al concepto de EMPLEABILIDAD y a los pilares de su mejora. Para mejorar este conjunto de competencias y cualificaciones que refuerzan las capacidades y la aptitud de las personas para encontrar, crear, conservar,enriquecer un trabajo y pasar de uno a otro logrando un cambio a una satisfacción personal, económica, social y profesional (que es, precisamente, lo que significa este concepto) es necesario despertar el interés profesional desde muy temprano en las personas, hay que dominar las capacidades básicas para el trabajo, generar elementos que supongan una multifuncionalidad en el curriculum y desarrollar capacidades de gestión autónoma de la carrera profesional.


Finalmente, lo único que se me ocurre decir de todo esto y la paradoja es que, tal y como están las cosas actualmente, todos nosotros estamos expuestos a este tipo de situaciones de precariedad y a estos riesgos de exclusión social. Tanto los trabajadores actuales (que no gozan de empleos seguros) como los futuros profesionales que estaremos en el mercado laboral, tenemos que ser conscientes de que esa es una realidad que está ahí y que, en un momento dado, nosotros podemos ser protagonistas de la dichosa precariedad. Sí, sí...duro pero cierto...Por eso he decidido terminar este tema utilizando la mejor manera de afrontar las cosas que precisamente "no nos hacen demasiada gracia", con el humor =D.

[ No olvidéis que algo así parecido nos ocurrirá a nosotros y que, seguramente, se nos quede esa cara...]





[ ...Pero, tranquilos, siempre nos quedará pensar que podemos estar aún --> ¡¡peor!! ;) jejeje ]





[ ULTIMISIMO DÍA ]


8 de Junio, que día tan ansiado por todos nosotros, con él acababan las clases de esta (y otras muchas) asignaturas. Antes de comenzar con las exposiciones, de las cuales he decidido incluir solamente la segunda (dedicada a la intervención educativa en la prostitución) debido a que, en el grupo "M 2" el colectivo de personas sin hogar ya lo habíamos abarcado en otra exposición, concretamente justo una semana antes y del cual ya hablé. Pero he de decir que me encantó de esta primera exposición sobre personas sin techo el pequeño teatrillo que habían preparado las compañeras. Pienso que fué la forma más ilustrativa de hacernos llegar los factores de riesgo a los que se expone este colectivo y, además, admiró el esfuerzo realizado por ellas delante de tantos oyentes que allí nos encontrábamos. También me llamaron mucho la atención todas sus experiencias vividas durante la investigación en los distintos centros e instituciones porque se notó que pusieron empeño en conseguir sus objetivos y finalmente se demostró que con su empeño y paciencia lo consiguieron. De modo que, por ambas cosas y por la exposición en general ¡enhorabuena compañeras Sofía, Irene, Nazareth y Clara! =)

A continuación os dejo el enlace sobre la segunda exposición de aquel día que ponía el broche definitivo a las exposiciones de los trabajos grupales de este segundo cuatrimestre:

- Intervención educativa en prostitución.



domingo, 13 de junio de 2010

[ SALUD MENTAL: A n o r e x i a/ B u l i m i a ] *Un largo Recorrido*


A continuación, me dispongo a condensar en una única entrada todo el proceso de elaboración de este trabajo grupal realizado con mis queridos compañeros Jessica, Beatriz, Miguel y Marco. En definitiva me gustaría plasmar en ella, todo este transcurso de quedadas, reuniones y tutorías que han sido los ingredientes principales de nuestra investigación sobre la Salud Mental y, más concretamente, los trastornos alimenticios: Anorexia y Bulimia.

Todo este camino tan extenso empezaba hace ya tres meses. No ha sido fácil obtener el resultado final porque ha supuesto un trabajo duro y laborioso pero si hay algo de lo que estoy segura es de que todo este esfuerzo ha merecido la pena y de que todo esto ha sido gracias a cada granito de arena que hemos aportado cada uno de los cinco componentes del grupo. De acuerdo con todo esto aquí os dejo el vídeo introductorio que utilizamos en la exposición.

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Al principio de este
recorrido existía en nosotros un cierto desconcierto ante un campo tan amplio de la Salud como son los trastornos mentales. Intentamos buscar un modo de delimitarlo y llegamos a la conclusión de que sería una buena idea optar por investigar sobre los trastornos de la alimentación. De este modo podríamos centrarnos en una de las problemáticas más actuales que conciernen al mundo de la Salud Mental y que, en realidad, había sido la que se nos había ocurrido desde un principio pero al ampliarnos la temática nos tuvimos que replantear la elección (para finalmente volver a la idea principal). Así que, en primer lugar, decidimos comentarle a Jose nuestra decisión y, tras su aprobación, inmediatamente nos pusimos manos a la obra y a trabajar en ello.
Algunas quedadas eran en nuestra "querida" Upo o, más bien, en nuestro adorado pasillo...Tras largas mañanas de clases y/o prácticas y seminarios aprovechábamos cualquier rato libre para reunirnos que no coincidiese con ninguna de nuestras optativas porque las teníamos horarios diferentes. Tuvimos la suerte de coincidir en los días fijados para seminarios de forma que los viernes por las mañanas podíamos quedar sin problema así que, este pasó a ser el día establecido como quedada de grupo. Puesto que la Upo no nos parecía el lugar más atractivo para encontrarnos, decidimos reunirnos en el piso de Jessi. Allí estaríamos más cómodos, tendríamos más tranquilidad y cambiaríamos un poco de "aire" y de sitio para hacer los trabajos grupales, que siempre se agradece, porque sinceramente la Upo llega a hacerse demasiado monótona. Durante estas reuniones grupales alternábamos el trabajo por parejas o de tres en tres para dividirnos un poco todos lo que había que hacer, que no era poco...Todo esto, por supuesto, siempre decidido entre los cinco y habiendo planeado antes muy bien como íbamos a estructurar cada una de las partes y como íbamos a elaborar cada punto. Además, en todo momento nos hemos complementado perfectamente: cuando necesitábamos ayuda los unos de los otros, cuando había alguno que estaba más cansado o desmotivado que los demás, etc. Y lo más importante es que no hemos tenido problema en trabajar entre nosotros y que, todos hemos trabajado bien con todos. Esto era algo de lo que estuve completamente segura desde el momento en el que se conformó el grupo. Sabía que entre nosotros iba a haber un buen ambiente de trabajo y he de decir que, afortunadamente, no me equivoqué =).

Como la vida misma, durante todo este largo camino tuvimos nuestros más y nuestros menos: momentos de estancamiento,
momentos llenos de positivismo y de motivación...Y, por supuesto, nos hemos encontrado alguna que otra piedrecilla que se han convertido en pequeñas dificultades a las cuáles hemos sabido encontrar una solución y que no han supuesto ninguna limitación para continuar con nuestro propósito.
Lo que más nos preocupaba era saber lo díficil que lo teníamos para acceder a cualquier institución que trabajase los trastornos alimenticios. La anorexia y bulimia han resultado ser enfermedades con muy pocos recursos (por no decir ninguno) públicos, sólo existen centros privados en los que, además, no existe la figura ni del educador ni del tr
abajador social. Empezábamos bien...con las puertas de esta realidad más bien cerradas. Pero de pronto nos encontramos con una de ellas entreabierta. Gracias al contacto de un allegado tuve la oportunidad de hacernos un huequecito en el Hospital Universitario Virgen Macarena. Esta conocida era una enfermera veterana de Urgencias que podía tratar de conseguirme una cita con la enfermera encargada del área de Salud Mental. Finalmente, y tras varios intentos fallidos, lo logró e hizo de contacto entre las dos para avisarle de que iba a acercarme al hospital. Dicha enfermera que me iba a recibir se mostraba entusiasmada por ayudarnos en la investigación y no mostraba ningún problema en hacerlo. Le comenté la buena noticia a mis compañeros y, bastante más animados, terminamos de preparar las preguntas que constituirían la entrevista que le iba a realizar. De esta forma, con un poco de miedo ante el desconocimiento de lo que allí me podía encontrar, me dispuse a trasladarme al Hospital.
M
e encontraba ilusionada por la oportunidad que nos iba a brindar esta profesional de conocer la realidad de este colectivo en un servicio público. Pero en este primer intento de reunión con ella surgieron, para mi sorpresa, algunos contratiempos que no esperaba...Puesto que no tenía el gusto de conocer personalmente a esta enfermera ni las instalaciones, tras preguntarle al personal de seguridad de la entrada, me dirigí al ala de Salud Mental de la planta baja de dicho hospital.
En el momento en que me di cuenta de que había dos alas me puse un poco nerviosa, ¿a qué puerta tendría que llamar? Puesto que no lo sabía pues decidí tocar en una de ellas para preguntar y, vaya por Dios, sin más miramientos una administrativa con la puerta muy poco entreabierta y al parecer un poco molesta me indicaba que allí no había enfermeras y que "preguntase en el otro lado". De la misma forma, me cerraba la puerta y mi cara de desconcierto os la podéis imaginar...Pero bueno, ya que estaba allí y que iba a lo que iba tenía que intentar encontra
r a esa persona. Volví al pasillo central y seguí andando unos metros hacía delante, observé a la derecha un banco con tres asientos a modo de "sala de espera" y a lo lejos una puerta que tenía colgado el siguiente cartel: área de Salud Mental. Menos mal, lo había encontrado fácilmente, ahora tendría que volver a llamar a la puerta, esta vez era un intérfono y lo que si que no me esperaba es que me abriese la puerta un personal de seguridad. Al mismo tiempo, un celador asomaba la cabeza para recibirme. Sin tener que preguntarme nada le expliqué los razones de mi visita y ahora lo que me asombraba de verdad era la cara de confusión que le había creado. No conocían a la enfermera o, mejor dicho, si que sabían quien era (puesto que era la encargada de la planta) pero la conocían por su diminutivo y tardaron unos minutos en darse cuenta de a quien buscaba realmente. Volví a respirar cuando, finalmente, el celador me invitó a pasar para que lo acompañase a buscarla. Estaba expectante por observar todo lo que allí sucedía porque nunca había entrado en la planta de psiquiatría de un hospital. La verdad es que fue bastante impactante todo porque, a pesar de que mis miradas estaban puestas en la observación de cualquier persona que pudiese presentar estos trastornos en la alimentación, la mayoría de las personas que allí estaban ingresadas presentaban otras enfermedades mentales y, especialmente, esquizofrenia. Tuve la oportunidad de recorrer todas las instalaciones destinadas a estos pacientes y he de decir que me parecieron estar en perfecto estado y perfectamente adecuadas a las necesidades de este tipo de enfermos. Por un lado, en el pasillo podíamos encontrar las habitaciones de los pacientes y por otro lado las distintas salas destinadas a: la enfermería; el almacén de ropa de cama, toallas y material sanitario; las salas comunes para los pacientes que tenían televisión, sillones, sofá e incluso zona de fumadores. A medida que ibamos avanzando me diícuenta de que llegamos al lugar donde había preguntado por primera vez y que seguíamos sin encontrar a Mari Carmen. El celador que me acompañaba preguntaba a todos los compañeros con los que nos topábamos y todos decían haberla visto pero un rato antes. Fuimos hasta la zona de los despachos donde (además del suyo) se encontraba también el la trabajadora social yel del psiquiatra, pero tampoco estaba allí. Llegados a esta situación, el celador me miró apurado y disculpándose me recomendó que volviese otro día cuando hubiese conseguido el número de teléfono de Mari Carmen. En ese momento no me lo podía creer, pero no me quedo otra que resignarme y agradecerle su ayuda. Ahora debía pensar un plan B y así lo hice, salí a la puerta a tomar el aire porque me había agobiado un poquitín y, mientras tanto, decidí llamar a la enfermera allegada que se había puesto en contacto previamente con Mari Carmen para preguntarle si tenía su número de teléfono y que me ayudase para saber que hacer. Cuando le conté lo ocurrido, la madre de mi amigo se encontraba muy apurada y algo indignada porque no le parecía justo que el celador no se hubiese dado una solución alternativa. Yo le dije que no se preocupase pero ella insistió en que entrase de nuevo a le pasase el móvil al celador. Hablaron y, tras colgar, el celador me ofrecía uno de los asientos de la puerta para que me esperase a su nuevo avisa cuando la volviesen a ver en la planta. Volví a agradecerle su atención y eso hice, me senté a la espera...En ese lugar pasaba media hora, una hora, una hora y cuarto, dos horas...y, así hasta que dieron las dos del mediodía y, además, las escenas familiares que allí me tocó vivir resultaban delicadas por lo que no me sentía especialmente cómoda. Sólo se me ocurría mirar el reloj y puesto que esta trabajadora terminaba su jornada las dos y media y si no me habían avisado me extrañaba mucho que fuesen a hacerlo en esa hora. Así que, pensé que lo mejor sería volver otro día teniendo alguna forma de contactar con ella y avisarla de mi llegada al hospital. A través de la ayuda, de nuevo, de la madre de mi amigo pude conseguir su número de contacto e iniciar el contacto personal directamente con ella. Puesto que el primer intento había sido por la mañana de un viernes aproveché la salida de un seminario del siguiente lunes para llamarla por si era posible y, de este modo, no perder el día de reunión grupal de esa semana. Antes de coger el metro la llamé y no me puso ningún impedimento, es más, incluso me transmitió sus disculpas por lo que había ocurrido el viernes anterior en las cuales incidió desde el primer momento en el que llegué a la unidad de Salud Mental esa misma mañana. Desde que me abrió la puerta pude notar en ella su simplicidad y nobleza y que lo hacía con entusiasmo y dispuesta a ayudarme en lo que fuese necesario. Precisamente por eso fui capaz de perder toda aquella vergüenza que me daba realizarle una entrevista y aquello se convirtió de repente, tras hacerme pasar a una habitación de las zonas comunes que se encontraba vacía, en un diálogo fluido en el que me transmitía sus experiencias y resolvía mis dudas utilizando un lenguaje que yo conocía a la perfección. Me hablaba de tú a tú, estaba siendo muy cercana conmigo e incluso me ofrecía mandarme por correo distinta documentación que ella había elaborado sobre la temática en una ocasión en la que había sido ponente de un curso de la misma. En vez de tener lugar una entrevista formal conseguí toda la información a través de preguntas que me surgían, teniendo presente en todo momento el guión incial que habíamos elaborado. Pude preguntarle todo eso y muchas cosas más que se me iban ocurriendo sobre la marcha. Es más, se empeñó en que si después de salir de allí o cualquier otro día nos surgían dudas que no dudase en llamarla al móvil porque estaría encantada de ayudarme.
Todos aquellos aspectos que más me llamaron la atención de esta entrevista fueron los que decidí conjuntamente con mi grupo transmitir a mis compañeros durante la exposición. Tenía que recortar bastante la conversación porque no había tiempo para mucho y, realmente, era una pena porque casi seguro esta era una de las partes que podía causar mayor interés a los alumnos. Pero en esta vida hay que priorizar y así tuvo que ser, en ese sentido si que me gustaría decir que me habría encantado contar toda la experiencia con detalles y que mis compañeros hubiesen podido preguntar. Y esta sensación la tengo ahora aún más porque, después de haber expuesto me sentí muy cómoda y segura de lo que hacía a pesar de los nervios que se suelen pasar en este tipo de situaciones. También me gustaría decir que esto es algo que noté en mis cuatro compañeros integrantes del grupo durante el tiempo que dedicaron a exponer. Se nota como hemos ido avanzando y madurando en nuestro trabajo y en la soltura de este tipo de exposiciones, fuimos capaces de economizar el tiempo lo máximo posible e intentamos ser comprensivos con los compañeros protagonistas de la siguiente exposición teniendo en cuenta que el cambio de aula nos había supuesto una pérdida de tiempo considerable.Este día del que os estoy hablando era la fecha indicada para poner punto y final a este camino que hacía ya tanto tiempo que habíamos empezado a recorrer. Tan ansiado y esperado 1 de Junio para Miguel, Jessica, Bea, Marco y yo...Tras las últimas e intensas quedadas dedicadas a la preparación de la exposición así como a los retoques finales y a la elaboración del tríptico y el diseño del montaje de vídeo, estabamos impacientes por qué llegase ese momento, el martes a las 11 de la mañana. Todo estaba preparado, nada podía fallar: trabajo impreso y encuadernado, trípticos fotocopiados, presentación de diapositivas y vídeos (tanto de presentación como de tratamiento de estos trastornos) hechos, el simulacro de la exposición había salido bien... ¿Por qué iba a ser menos a la hora de la verdad? Y, afortunadamente, así fue.

Por eso, desde aquí, quiero dar las gracias tanto a mis compañeros de trabajo porque sin el empeño y el esfuerzo realizado por cada uno de ellos no habría sido posible obtener estos resultados y al resto de compañeros de clase que se encontraban presentes por su atención y el respeto que demostraron hacia nuestra exposición sin llegar a interrumpirnos ni a entorpecer el desarrollo de la sesión. También agradecerle a Jose el seguimiento que ha realizado del grupo y el apoyo que nos ha mostrado en la búsqueda de soluciones durante situaciones de desconcierto y/o estancamiento.

Pero, sobre todo, permitidme una vez más que mencione a los cuatro protagonistas que me han acompañado en la búsqueda de esta satisfacción final que ahora siento tras el duro trabajo realizado. Me quedo con muchas cosas de cada uno de ellos pero, lo que me llevo de verdad es el buen clima que se ha creado entre nosotros que aunque realmente ya existía, ha sido el mismo que nos ha servido para unirnos mucho más.

[ * ¡¡¡ G R A C I A S !!! * ]


jueves, 10 de junio de 2010

[ * S E M I N A R I O S 2º CUATRIMESTRE * ]

SEMINARIO III

El lunes 18 de enero, a las 18.30 horas, tuvo lugar el tercer seminario de la asignatura de Intervención. Este seminario fue llevado a cabo por María del Mar Reina Cabanillas, trabajadora social del Ayuntamiento de Camas, y la temática tratada fue la intervención familiar desde los Servicios Sociales Comunitarios. En primer lugar, se comenzaba la exposición haciendo referencia a las cuatro prestaciones generales de dichos Servicios Sociales, los cuales ya conocíamos porque ya las habíamos tratado en numerosas asignaturas anteriormente. Dichas prestaciones son las que me dispongo a enumerar:
- SIVO (Servicio de Información, Valoración y Orientación): que comprende, por un lado, toda aquella información que desde los Servicios Sociales se presta a todos los ciudadanos sobre aquellos recursos sociales que existen y a los cuáles tienen la posibilidad y el derecho de acceder. Por otro lado, este servicio también se ocupa de detectar y analizar los problemas sociales y, en su caso, de realizar la posterior derivación a otro organismo de los Servicios Sociales Especializados.
- SAD (Servicio de Ayuda a Domicilio): desde este servicio se dan prestaciones de carácter doméstico, social y de apoyo personal a individuos y/o familias que faciliten el desarrollo de su autonomía personal en su medio habitual.

- COSO (Servicio de Cooperación Social): éste se encarga de la promover y potenciar la vida en comunidad a través del fomento del asociacionismo.
- CORE (Servicio de Convivencia y Reinserción): que tendrá como función la búsqueda de alternativas al internamiento en instituciones de las personas que se encuentran en especiales condiciones.

Precisamente desde este último servicio es desde donde se realiza la intervención familiar, desde el CORE. Dicha intervención se lleva a cabo a través de programas de Atención a Familia e Infancia en el cual tienen cabida los siguientes profesionales: Trabajadores Sociales, Psicólogos y Educadores Sociales. Este equipo de profesionales se denominaba PAFI, unas siglas que nunca había escuchado. En él se garantiza la cobertura de todas las prestaciones básicas del sistema público de servicios sociales, en función de las necesidades de la población. Este tipo de programas multidisciplinares me llamaba especialmente la atención y, la verdad, que no me importaría trabajar alguna vez en uno de ellos. Trabajar con la familia es un ámbito al que me gustaría dedicarme en un futuro profesional y con más razón si en él se incluye la atención a los menores. Durante este seminario surgió una pregunta bastante interesante que a mí nunca se me había ocurrido pero la verdad es que me producía bastante curiosidad: ¿ cómo se subvencionan los Servicios Sociales?. A
lgo más que tuvimos la oportunidad de aprender, existen dos maneras de subvención: la parte presupuestaria oficial del Estado que se dirige únicamente a los Servicios Sociales (o al menos eso entendí) y, de otro lado, distintas ayudas concretas de carácter público que estos servicios reciben a alguna de sus prestaciones.

A partir de este momento el seminario cambiaría, pasaría de ser una exposición meramente magistral o teórica sobre los Servicios Sociales a convertirse en un continuo relato de experiencias, consejos y recomendaciones para plasmar de la forma más cercana posible la realidad de un profesional del Trabajo Social que se dedica a la atención a la infancia y familias. Empezaban a crearse en mí expectativas que me invitaban a poner más atención todavía. Además de esto, la proximidad de María del Mar despertaba aun más mi interés, hacía tiempo que echaba de menos a una profesional de estas características; una persona llana, sencilla y natural que nos hablase de "tú a tú". Por ambas razones tenía la sensación de que pasaba el tiempo más rápido de lo esperado (dada la hora que era y el largo día que había pasado en la Universidad) y eso es algo que, dadas las situaciones de cansancio como estas, sinceramente se agradece. De esta manera, María del Mar apartaba la teoría y las formalidades para pasar a la naturalidad y a utilizar un léxico que yo conocía. Y es que así se entienden mucho mejor las cosas, sobre todo si es algo a cerca de la práctica profesional que realiza. El trato tan directo y cercano consiguió transmitirnos sensaciones positivas
hacia la intervención con este colectivo, al menos a mí, puesto que siempre lo he considerado un trabajo delicado. Por eso, en este sentido, fueron provechosas algunas de sus recomendaciones como:

  • Es necesario identificar lo positivo de las problemáticas para potenciarlo.
  • No podemos olvidar la figura del padre, en el tratamiento deben de tener palabra todas las personas.
  • Favorecer por encima de todos los medios la convivencia del menor dentro del seno familiar, la retirada será la última opción que debemos tomar como profesionales.

En cuanto a esto último me gustaría destacar el hecho de que, desde la experiencia de María del Mar durante cinco años de trabajo, sólo ha presenciado un caso de una familia que sufre la retirada del menor. Esto es algo que me hace "respirar" porque, como ya he dicho, es un colectivo que desde siempre me ha llamado mucho la atención pero que, por otro lado, dentro de sus dificultades a la hora de la intervención la que más me preocupaba era precisamente la de la retirada. Nunca me he imaginado capaz de hacer algo así, para el profesional tiene que ser algo bastante complicado y para la familia horrible...Además, en estos casos siempre se considera a la figura del trabajador social como el "malo" de la película y el culpable de ese distanciamiento del menor de su familia y la mayoría de las veces no existe una concienciación sobre el grado de exposición a situaciones de riesgo que sufren los pequeños. De hecho es que, si no fuese así no se procedería a la retirada o, al menos así debe se ser y espero que así sea desde todos los equipos de tratamiento familiar.
A la hora de reflexionar sobre esta cuestión no he podido evitar recordar una gran película que me marcó desde que la ví: Lilo&Stich. En ella se ofrece una visión del trabajador social un poco "violenta" o más bien amenazante. Por otro lado esta creación de Disney presenta valores tan importantes, tal y como el propio trailer dice, como la lealtad, amistad y familia. Recomiendo a todos los lectores que no la conozcan y tengan oportunidad, que la vean.
A mí me encantó =).



[ * ¿Y qué pasa con lo de OHANA? Ohana significa FAMILIA y significa que estaremos juntos siempre y que nadie es abandonado...* ]

SEMINARIO V


Era miércoles 5 de Mayo y ese era el título del seminario que nos tocaba. Todos bastantes expectantes a lo que nos depararía esta visita, siempre ha sido un tema un poco “tabú” para los de la conjunta. Y digo eso porque en poquísimas ocasiones hemos trabajado este colectivo (me refiero formalmente) alguna que otra vez lo hemos elegido para diseñar proyectos de intervención, la mayoría de las veces han coincidido ser destinados a mujeres reclusas pero ninguna asignatura se ha encargado de incluir el trabajo que, como futuros educadores y trabajadores sociales, podremos realizar desde los centros penitenciarios. Primera sorpresa… ¡la ponente del seminario era una chica alumna de 4º de la Conjunta! Qué “alivio”… (fue lo primero que pensé), si esta compañera nuestra ha llegado hasta ahí, ¿por qué en un futuro no tan lejano no íbamos a poder ser nosotros los protagonistas de una exposición a otras promociones de Educación y/o Trabajo Social? Me motivaba pensar así porque esto significaba que los esfuerzos a largo plazo tienen su recompensa y este era un claro ejemplo de ello. A pesar de las dificultades, Silvia Siria (este era el nombre de la compañera en prácticas) consiguió hacerse un hueco en el centro penitenciario de Alahurín para finalmente lograr la información que quería. Concretamente, la primera toma de contacto que realizó fue una cita con el coordinador de los trabajadores sociales del centro. Según nos contaba, alcanzar ese encuentro no fue nada fácil puesto que ella no conocía personalmente a este señor y, el día concertado para la cita, sólo disponía de su número de teléfono móvil para avisar de su llegada al centro. Pero claro, ella no esperaba encontrarse con que allí no había cobertura para llamarle…cuando nos lo contaba parecía que me la estaba imaginando allí en los alrededores de esa cárcel y asustada. En este momento empecé a admirar toda la voluntad y el empeño que esta compañera había puesto y pensé: consiguiese lo que consiguiese al menos la chica lo ha intentado, y eso no es algo que sea capaz de hacer cualquiera. Pero, afortunadamente, en una ocasión posterior logró encontrarse con esta persona. Ahora sí que el esfuerzo había servido para algo, y qué reconfortante habrá tenido que ser para esta compañera darse cuenta de ello…, estas son las consecuencias buenas que tiene perseguir con fuerza los objetivos que nos planteamos. Ya estaba dentro, se encontraba inmersa en la realidad de esa cárcel y ahora quería conocer cómo se organizaban allí. Después de tener lugar el encuentro con el coordinador de los trabajadores sociales (el cual le habló, sobre todo, de la organización de los profesionales y se centró en los trabajadores sociales sin informarle sobre el papel de los educadores sociales allí) consiguió entrevistar por teléfono a un educador social. A través de estas dos citas logró obtener los siguientes datos cuantitativos: - Existe un número total de 2082 internos de los cuáles 121 son mujeres. Éstos se encuentran divididos en distintos módulos según cual sea su situación penal penitenciaria. Dichos módulos son los siguientes: detenido, delito, preso, pena, penado, primario, clasificado, preventivo, reincidentes o menores. El criterio de selección para cada módulo de internos lo realiza el educador social para que, posteriormente, el trabajador social se entreviste con el interno para rellenar la ficha. - Hay 10 trabajadores sociales más un coordinador. Dichos profesionales se encargan de un módulo y cada uno tiene a su cargo alrededor de 100-140 personas. - El número total de educadores sociales es 16. Además, nos contaba que, se produce una desigualdad en cuanto al acceso de estos profesionales. El requisito de entrada para los trabajadores sociales son las oposiciones como tal y para el educador basta con las oposiciones a funcionario (a lo cual yo me planteo… ¿cómo pueden permitirse este tipo de cosas?). Es indignante que cualquier persona formada y capacitada (indudablemente) para desempeñar sus funciones en otras profesiones pueda encargarse de intervenir con estos internos sin más miramientos. Por supuesto, y me gustaría que quede claro, no pongo en duda ni la eficacia ni la eficiencia del puesto de trabajo que desempeñan ni cuestiono su responsabilidad y compromiso con el colectivo de los centros penitenciaros. Pero sí que me parece que eso se ha convertido en una forma de ocupar puestos de trabajos que pertenecen a otras personas que, de lo contrario, se han formado específicamente para ello. Quizá me equivoque con estas palabras, pero no puedo evitar pensar que un educador social desempeñará las distintas funciones oportunas de una manera mucho más profesional y pertinente que cualquier arquitecto, administrativo o licenciado en derecho (como precisamente, nos contaba Silvia, se hace en la cárcel de Alahurin de la Torre) básicamente porque su trayectoria académica ha incluido los conocimientos necesarios para que así sea. En fin…parece ser que es esta realidad la que nos espera en un futuro ahí, a fuera, en el mercado laboral. Mejor no pensarlo todavía y simplemente estar preparados para luchar porque se reconozca nuestro sitio. En cuanto al recorrido que realiza el interno, por orden, dentro de un centro penitenciario nos contaba que, en primer lugar los médicos realizan un examen exhaustivo a los internos en su entrada, a continuación se procede a la valoración del psicólogo, luego el educador social valora la situación y decide el módulo en cual se internará para finalmente ser el trabajador social el que rellene su ficha (la cual incluye sus datos personales; las prestaciones sociales; el consumo de algún tipo de tóxico; el nivel de formación; si se trata de una excarcelación, de un reingreso, de cuál es su procedencia, etc.). Existe una alternativa al internamiento para los internos drogodependientes: las comunidades terapéuticas. Entre las competencias que puede realizar un trabajador social encontramos: las entrevistas a los internos, la tramitación de distintas gestiones (DNI, tarjeta seguridad social, etc.), la orientación sobre los distintos recursos existentes, los trabajos burocráticos, facilitación, información, atención a internos y contacto con la familia, miembro del equipo técnico y de la junta de tratamiento. Por su parte, el educador social se encarga de observar y del contacto directo con los internos y, además, el encargado de la clasificación (en los distintos módulos como ya he dicho), la dinamización y la orientación de los mismos.

Ambos profesionales se encuentran, a la hora de intervenir, con distintos problemas o limitaciones. En los dos casos coincide que el ratio de internos al que están a cargo es demasiado grande y existe una carencia de medios y espacio físico. En cuanto a la intervención del educador social, además, añadimos: la falta de motivación de los internos, la inestabilidad de los grupos, el bajo nivel y educativo de los internos, la inestabilidad de los grupos, que se produce una reeducación y una reinserción ficticios, el añadido de tener que realizar distintas tareas administrativas, que no se encargan de trabajar ni con la familia ni con el entorno (con la primera solo tiene contacto el trabajador social y meramente se encarga de darles información sobre la evolución del familiar interno), la reincidencia de muchos internos, las grandes condenas y, por último, la desvalorización de la profesión.
E inmediatamente pienso: "¡Anda ya! Eso tiene que ser imposible. Si siempre nos respetan y nos reconocen nuestro sitio y nuestra labor como profesionales, ¿no? No puede ser así, seguro que hay un error..." Y, sí, ya opto por utilizar la ironía porque no puedo evitar indignarme cuando una vez más escuchamos lo mismo, lo mismo de siempre: el trabajo del educador social lo hace "cualquiera".
Nuestra compañera nos comentaba, además, una serie de aspectos interesantes entre los que destacaban los siguientes:
- El peculio: que es una cuenta corriente dentro de prisión para los internos.
- TBCs: Terapia Breve Centrada en soluciones.
- Los distintos grados, que me llamaban muchísimo la atención: en primer lugar los terroristas desadaptados, en segundo lugar los que cumplen la pena y, por último, los que se encuentran en libertad condicional.
- Los CIS: que son los Centros de Inserción Social que se encuentran fuera de prisión.
- Las Comunidades Terapéuticas (a las que hice referencia anteriormente) que están dirigidas a los reclusos que pertenecen al tercer grado.

Para finalizar, Silvia nos hacía partícipes de algunas de las conclusiones a las que había llegado y que coinciden en gran parte con las opiniones que he ido manifestando durante la redacción de esta entrada: a pesar de que existe un reconocimiento de la profesión no se encuentra definido totalmente nuestro rol profesional y, además, es necesario que las personas que trabajen en este tipo de centros haya recibido una formación específica.
Por lo tanto, para luchar por ello y para luchar por que se reconozca nuestro trabajo y la formación que recibimos durante estos cuatro años es preciso no acomodarse. Hay que enfrentarse a todas estas dificultades aprovechando cualquier salida para hacernos notar. Así que, en relación a esto, me gustaría terminar con una frase muy sabia a mi parecer (la cual suponía el fin de esta ponencia sobre los centros penitenciarios) que nos transmitía nuestra compañera Silvia a la que desde aquí me gustaría agradecerle el tiempo que nos dedicó.

" Hay que buscar los rincones para encajar y no abandonar"